Después de largos días pasándola con ustedes, me doy cuenta que tengo una gran cantidad de amigos y que cada uno tiene algo de mi.
Si nombro uno por uno pueden ocurrir dos cosas: o que deje de nombrar a alguno, o que hable de más de otro. Solo quiero tenerlos en el anonimato para causar emoción.
Cuando digo que cada uno tiene algo de mi es muy cierto, ya que si tengo una cierta conexión con cada uno de ellos es porque siempre me ubico dentro de su persona.
A veces me doy cuenta que no podría haber avanzado sola en los momentos críticos de mi vida sin ellos, son parte de mi, parte de mi mundo y cada vez voy teniendo más personas a mi lado que se convierten en mi amigos, esas personas incondicionales ( aunque suene cliché) que están en las buenas y en las malas, sin olvidarse de mi, sé que por su mente mi nombre pasa al menos una vez al día, sé también que muchas veces soy una ingrata con ellos, pero ellos lo perdonan ya que me conocen mejor de lo que me conozco yo.
Muchas veces, o casi todas, me gusta valorar lo que hacen por mi, por mas mínimo que sea, estando ahí con ellos, siempre, nunca dejándolos solos, sabiendo y comprendiendo al máximo lo que ellos puedan pasar en algún momento de su vida.
Espero no haberlos defraudado nunca, ya que me sentiría bastante mal haciéndolo,
Gracias por todo, sé que en un futuro, cuando exista una descendencia, mis hijos tendrán muchos tíos y tías que estarán velando por ellos, que jugarán, que reirán y se darán cuenta que la vida es una cadena, una cadena que hasta que dure, nunca se va a romper, que lo que uno hace ahora lo recibe después.
Gracias por hacerme pasar un buen momento en compañía de ustedes, puedo saber cuantos amigos tengo en realidad, a los únicos que considero como míos y llegan a contarse con los dedos de la mano. Recién me doy cuenta que son los dedos de mi mano, no podría hacer nada si falta alguno de ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario