jueves, 9 de abril de 2009

Mañana será otro día

Mañana será otro día, fue lo último que me dijo al despedirse, cuando colgué el teléfono sentí una angustia y melancolía por recordar cada momento que había pasado con él en estos dos insuperables años, tan poco de mi vida, pero la verdad es que él es mi vida entera.
Nunca había sentido esa sensación de sentarme frente a la ventana y contemplar la noche, la húmeda y rara noche de Lima, esperando a que él regrese a casa como si fuera su madre y él tuviera quince años.
Sabia que no iba a regresar a mi departamento, lo presentía, y también sabia que él no pensaba regresar esa noche, no por la discusión que tuvimos sino porque simplemente ya no era parte de este lugar.
Esperé y pensé toda la noche, con una mirada perdida y sin saber luego lo que estaba pensando. Dieron las seis de la mañana, cuando alguien tocó la puerta, no me despertó ya que nunca dormí esa noche, me levanté, fui a abrir la puerta y de repente no supe más.
De repente todo se volvió negro, no tuve ninguno respuesta a lo que sucedió.
Retroceder el tiempo seria en vano, todos quisiéramos hacerlo, todos necesitaríamos hacerlo para no elegir el camino que decidimos elegir en el momento equivocado, el cual no era tan equivocado antes de equivocarnos.
Yo, hubiera deseado estar ahí esa noche, negándome a dejarlo salir, haciendo de cualquier capricho mío, una excusa para él, llorando y recriminándole todo lo que él no hacia por mi y todo lo que yo hacia por él, tendiéndole una trampa para que no se fuera de mi lado, todo era posible si hubiera tenido una bola de cristal y hubiera sabido el descelance de su corazón.
Cuando abrí la puerta, eso después me lo contaron, estaba su hermana mayor, con unos lentes negros grandes y oscuros, en los cuales yo reflejaba mi rostro y mis ojeras después de haber pasado una mala noche, ella tenia una bolsa, también negra en la mano, ella solo atinó a entregármela y yo solo atiné a abrirla.
Cuando abrí esa bolsa, sabia que lo peor había sucedido, por algo no lo había recordado toda la noche, por algo en algún momento de esa maldita madrugada mi corazón salio de mi pecho y voló en el aire, se fue con él, regreso al mar, donde un día tenían que reencontrarse.
En la bolsa se encontraba su ropa, manchada de sangre a causa de un accidente, cuando él si decidía regresar a casa, regresar a mi, cuando él no decidió quedarse en la reunión a la que asistió, cuando él decidió en forma equivocada el camino que lo llevaría a la muerte.
Después de este episodio me doy cuenta que yo si tomare el camino correcto, nuestro hijo dentro de mi y yo decidiremos bien, nos juntaremos con él, en algún planeta, en algún lugar fuera de este mundo, estaremos juntos, los tres. Mañana será otro día.

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